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Limpieza de depósitos enterrados

Del mismo modo, los depósitos de almacenamiento de productos petrolíferos enterrados precisan de una limpieza periódica para eliminar los lodos depositados en su fondo. Para ello, nuestro personal procederá a la limpieza de los mismos aplicando el procedimiento establecido a tal fin.

Preparación del entorno

Para iniciar los trabajos, previos a la reparación, en el tanque, se deberán tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Acotar la zona de trabajo mediante una barrera de señalización, con información clara y permanente de que se están realizando trabajos en el interior del tanque, de forma que se impida el paso y la permanencia a toda persona o vehículo ajenos a los trabajos.
  • Eliminar el paso de corriente eléctrica por los conductores cercanos al tanque. Si fuera necesaria corriente eléctrica para alguna fase de los trabajos, dicha corriente ha de estar alimentada a través de una manguera protegida y blindada, y todos los aparatos deben estar conectados a tierra, incluido el tanque.
  • Mantener permanentemente, en el exterior del tanque, un equipo de extinción de incendios que sea suficiente para ello, formado por un extintor portátil sobre carro de 50 kg. de polvo BC.
  • Trasvasar el contenido del tanque a otro recipiente, procurando vaciar completamente el tanque, para lo cual, en el caso de gasolinas se utilizará un equipo de bombeo autoaspirante, antideflagrante con protección EExd, que cumpla el Real Decreto 400/1996, de 1 de marzo (BOE 09/04/96), de aplicación de la Directiva 94/9/CE (ATEX). Se colocará a una distancia suficiente del tanque, disponiendo tanto en aspiración como en impulsión de manguera flexible especial para hidrocarburos.

Apertura de la tapa de la boca de hombre

Antes de iniciar los trabajos de desconexión de tuberías y apertura de la boca de hombre del tanque, se comprobará el % del L.I.E. y el contenido de oxígeno en el tanque, no debiéndose iniciar esta apertura hasta que el valor este por debajo del 20 % del L.I.E. y el contenido de oxigeno en el tanque no varíe en ± el 0.5 % del porcentaje de oxigeno en aire.

El equipo de medición será un explosímetro que disponga de lectura directa y alarma acústica, debiendo estar debidamente calibrado.

Se humedecerá con agua la boca de hombre y la zona circundante. A continuación se conectará el ventilador, que se mantendrá durante todo el proceso siguiente. Este ventilador estará accionado por aire comprimido, amplificador y volumétrico, sin partes móviles, que transforma el aire comprimido a alta presión (7 bar), con caudal de entrada de 30 m³/h, en aire a presión atmosférica y caudal de salida total de 800 m³/h.

Se abrirá la boca de hombre con herramientas que no tengan posibilidad de producir chispas.

Desgasificación y limpieza del depósito

Una vez abierta la boca de hombre, se realizará una renovación forzada del aire del interior del depósito, introduciendo la manguera de impulsión del ventilador en el mismo y comprobando que el contenido en gases de la atmósfera interior está por debajo del 20 % del L.I.E.

A continuación, se introducirá agua y se procederá a su extracción, procediendo a envasar los residuos en recipientes adecuados para su posterior traslado a una planta de gestión de residuos industriales.

Una vez envasados los lodos para su posterior envío a empresa gestora de residuos, se procederá a la limpieza y desengrasado de la superficie metálica del tanque Tras haber retirado mecánicamente la mayor parte de los lodos, se accederá al interior del tanque, no debiéndose hacer, ni permanecer en él si el contenido de hidrocarburos ligeros en el aire no está por debajo del 20 % del L.I.E.

Los operarios que accedan al interior, deberán estar provistos del siguiente equipo:

  • Ropa interior y buzo de algodón.
  • Botas de neopreno, de caña alta.
  • Guantes homologados para hidrocarburo.
  • Máscara con presión positiva de aire, procedente de zonas libres de gas.
  • Explosímetro de lectura directa, con señal acústica, conectado permanentemente.

En el exterior estará siempre un operario con medios de rescate adecuados. El acceso al interior se realizará con medios que no puedan provocar chispas y de forma que siempre sea posible una evacuación rápida.

Si fuera necesario equipo de iluminación, será antideflagrante y con alimentación no superior a 24 V.

Los lodos que no hayan podido ser extraídos mecánicamente serán retirados de forma manual, teniendo especial cuidado al removerlos, ya que se puede producir nuevamente ambiente explosivo. Para evitarlo, se mantendrá en marcha el ventilador durante toda la operación.

Retirada de lodos