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Reparación de tanques

Reparación de tanques

Muchos depósitos de productos petrolíferos tienen problemas de estanqueidad, por lo que, o bien pierden contenido, contaminando el medio ambiente, o bien entra agua, que deteriora los sistemas de los usuarios del producto petrolífero.

El deterioro que sufren estos tanques es debido principalmente a la acción de la corrosión: bien interna, en cuyo caso la reparación detiene esta corrosión, o bien, externa, en cuyo caso la corrosión no se detiene, por lo que el espesor del recubrimiento que se aplique deberá garantizar las propiedades y características que se exigen a los depósitos en la Reglamentación.

La reparación tiene por objeto obtener un perfecto sellado, así como evitar que se inicie o progrese el deterioro interior del depósito, prolongando de este modo la vida útil del mismo.

Se realiza en el caso de depósitos cuyas propiedades de resistencia mecánica se hayan conservado, a pesar de la corrosión, lo suficiente como para poder continuar en uso. En este sentido, en el caso de pérdida generalizada de espesor, se recomienda la reparación hasta una pérdida de espesor en los depósitos de, como máximo, el 50% del espesor en 1/3 del área del depósito (con mención especial a las uniones fondo-virola). Se toma como espesor de referencia el indicado en la Reglamentación en vigor en el momento de la reparación.

El recubrimiento interior que aplicamos en estas reparaciones es a base de una resina epoxídica de dos componentes reforzada con fibra de vidrio.

Una vez aplicado el recubrimiento y transcurrido el tiempo necesario para el perfecto "curado" de la resina, se realiza al tanque una prueba de estanqueidad.

Si la prueba ofrece un resultado satisfactorio, el tanque no deberá ser sometido a nueva prueba de estanqueidad hasta que transcurran 10 años.